Cada Bola en su casa. El juego de Demon.
Un sencillisimo juego de habilidad, que en ocasiones resulta bastante complejo. Tenemos bolas rojas y azules botando sin parar en dos campos diferentes, uno a la izquierda y otro a la derecha, separados por una pared con un butrón que podemos mover y que nos servirá para dejar pasar cada bola de cada color a su correspondiente casita. En ocasiones no resulta nada fácil, y cuando parece que ya lo tenemos se nos espicha todo.<br/>
Buen juego para probar los reflejos.
+